sábado, 17 de octubre de 2015

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey de Mary Ann Shaffer



Enero de 1946: Londres emerge de las sombras de la segunda guerra mundial. La escritora Juliet Ashton está buscando el argumento para su próximo libro. ¿Quién podría imaginarse que lo encontraría en la carta de un desconocido, un nativo de la isla de Guernsey, a cuyas manos ha llegado un libro de Charles Lamb que perteneció a Juliet? A medida que Juliet y el desconocido intercambian cartas, ella se queda atrapada en un mundo maravillosamente excéntrico.







Mary Ann Shaffer (1.934-2.008), bibliotecaria y librera de profesión, comenzó a dar forma a su única novela tras una visita realizada en los años 70 a la isla de Guernsey. Desafortunadamente, después de muchos años intentando materializar la novela, y cuando ya había vendido los derechos de la misma, la escritora cayó enferma aunque pudo ver finalizada su obra gracias a la ayuda de su sobrina Anne Barrows. Sin embargo, la escritora falleció antes de su publicación, sin tener la oportunidad de contemplar el gran éxito que alcanzó.


La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey (2018)
"La sociedad literaria y el pastel de patata de piel de Guernsey" narrada de forma epistolar,  es un relato delicioso y mucho más profundo de lo que aparenta sobre la vida de las gentes de Guernsey durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Gentes que fueron olvidadas, incluso por sus propios compatriotas, que apenas les prestaron atención y auxilio, cortándoles el suministro de alimentos como estrategia de lucha frente a los alemanes. Además del hambre, el sufrimiento se vio agravado por la evacuación de los niños de las islas pocos días antes de la ocupación, niños a los que sus padres y familias sólo verían nuevamente cuando el conflicto hubo terminado. 



A pesar de su trasfondo de tristeza, "La sociedad literaria y el pastel de patata de piel de Guernsey" es una novela muy amable y tierna, con toques de humor y romanticismo, y cuyo mérito es no caer nunca en excesos melodramáticos. A ello ayudan sus inolvidables personajes, de los que la autora logra que nos enamoremos, personas sencillas que gracias, entre otras cosas, a su amor por los libros, lograron encontrar la felicidad necesaria para superarse y seguir adelante.