La casa de Riverton de Kate Morton

 

Inglaterra, 1.999. La anciana Grace Bradley recuerda con claridad los años que pasó en la mansión Riverton, donde comenzó a trabajar en los albores de la Primera Guerra Mundial, siendo prácticamente una niña. 

Grace era una de las muchas personas que se ocupaban del servicio de la casa y de la familia aristocrática que allí habitaba, los Hartford. En Riverton, Grace, pronto se sentirá atraída por la vitalidad de los miembros más jóvenes de la familia, los hermanos David, Hannah y Emmeline Hartford, cuyo destino compartirá a lo largo de los años.

Kate Morton es una escritora australiana que se hizó tremendamente conocida a raíz de la publicación de su novela "El jardín Olvidado" con la que logró un gran éxito de ventas y crítica. "La casa de Riverton" fue su primera novela y en ella la autora describe, con gran profundidad y detalle, la sociedad de clases de principios del S.XX, en especial, las peculiares relaciones existentes entre los sirvientes y los  señores de las enormes y decadentes mansiones inglesas de la época.

Fotograma de "Una familia con clase" (2.008)

 El relato de Morton tiene la novedad de que la principal protagonista de la historia sea una de las sirvientes de la familia, la obediente Grace, quien se convierte en el testigo silencioso de todos los avatares que le ocurren a la familia Hartford, cuyos privilegios van mermándose poco a poco, tras el fin de la Primera Guerra Mundial y la irrupción de nuevas ideas que abogan por la igualdad de clases.

Con un estilo meláncolico y reposado, Kate Morton también incide en el escaso poder de decisión y de acción que la mujer tenía en esos años, en los que el respeto y la dedicación al esposo era mucho más importante que cualquier realización personal, lo que creaba amargura e infelicidad, incluso en las clases más acomodadas. 

Con "La casa de Riverton" Kate Morton ha logrado escribir una novela muy por encima de la media, que va de menos a más, creando una intriga creciente y demostrando, a través de Grace, como a veces un personaje secundario, en apariencia, puede acabar siendo el verdadero protagonista de la historia