miércoles, 16 de diciembre de 2015

Verde oscuridad de Anya Seton



 Durante varios centenares de años, la crónica de la familia Marsdon ha sido registrada cuidadosamente por el cabeza de la familia: nacimientos, matrimonios, muertes. En 1585, se ha registrado la muerte de un joven miembro de la familia, Stephen Marsdon, ordenado monje benedictino y se especula con la posible relación que existe entre esa muerte y la simultánea desaparición de una muchacha.


Este interrogante queda sin respuesta hasta 1968, en que Richard Marsdon llega con su flamante esposa, Celia, a Medfield Place. 






 Anya Seton (1.904-1.990), hija de uno de los fundadores de movimiento boy-scout y de una activista por el sufragio femenino, fue una conocida y muy popular escritora norteamericana. Dos de sus novelas, "Dragonwick" y "Foxfire", corrieron la fortuna de ser adaptadas a la gran pantalla bajo el título, en España, de "El castillo de Dragonwick" (1.946) y de "El calor del amor" (1.955).  Actualmente sólo es posible conseguir en castellano las obras de Anya Seton en librerías de segunda mano pues, desde su publicación, éstas no han sido reeditadas.

"Cowdray House", uno de los escenarios de la novela

En "Verde Oscuridad", Anya Seton cuenta una historia a dos tiempos, desarrollada por una parte, en 1.968 y por otra, a mediados del SXVI, época en la que Inglaterra se debatía aún entre la religión católica y la protestante, pues la población inglesa, mayoritariamente católica, no aceptó con facilidad el cambio de religión ordenado por Enrique VIII.

Es la historia que se desarrolla en el periodo Tudor la que más peso e importancia tiene en la novela de Anya Seton cuyo eje es el amor imposible que nacerá entre un monje benedictino y una joven a la que se le encarga su instrucción.


Fotograma de "Garra negra" (2.010)
"Verde Oscuridad" es una novela que crece conforme avanza, ya que la historia que se desarrolla en el presente de la autora (finales de los años 60) está demasiado influenciada por su tiempo y por las ideas de entonces, pudiendo suponer un escollo para el lector moderno. Sin embargo, si comprendemos que en ese estilo anticuado también reside el encanto de la novela, y nos olvidamos de prejuicios, podremos disfrutar enormemente con su lectura.

 Debemos tener presente que autoras como Anya Seton, influyeron notablemente en escritoras en ciernes, ahora muy conocidas (Alyson Weir o Philippa Gregory) y, en especial, cautivaron a nuestras madres y abuelas, mujeres a las que se dirigían principalmente este tipo de novelas, y que en definitiva son las que nos han transmitido nuestro amor por la literatura. Pero es que además, bajo la excusa de una trama romántica, Anya Seton construía personajes femeninos fuertes y valientes con los que las lectoras de entonces podían sentirse identificadas, pues en todas sus heroínas era común una cierta rebelión frente a lo establecido y a la estática sociedad en la que vivían.

"Verde Oscuridad" no se aleja de este prototipo de protagonista, con una historia llena de pasiones, de engaños, de redención y de segundas oportunidades, muy amena y bien documentada, que debe ser reivindicada para que, al igual que su autora, no caiga en el olvido.