viernes, 25 de octubre de 2013

Culpable de Lisa Ballantyne



Daniel Hunter es un abogado penalista especializado en delitos cometidos por menores de edad. Su personalidad se encuentra marcada por una complicada infancia, en la que tuvo un papel fundamental su madre de acogida, Minnie, quien le enseñó la forma de dejar atrás su vida de violencia y rencor.

Cuando a Daniel le encomiendan la defensa de Sebastian, un niño de once años acusado del asesinato de otro menor, comienza a recordar ese traumático periodo de su vida y las razones por las que dejó de tener contacto con Minnie.






La profesora escocesa Lisa Ballantyne ha dado en el clavo con su primera novela, pues no sólo ha obtenido un notable éxito de ventas en Gran Bretaña, sino que además ha logrado crear un cierto debate sobre el sistema judicial inglés, que juzga a niños como si de adultos se tratara. En "Culpable", Lisa Ballantyne se cuestiona la eficacia de este sistema, reflexionando acerca de lo que se oculta tras la conducta violenta de niños sin la suficiente madurez para entender la diferencia entre lo que está mal y lo que está bien.

Fotograma de la serie "El guardian"
En la novela, se alternan los episodios sobre el pasado y el presente de Daniel, que no llegó a conocer a su padre y en cuya niñez estuvo muy presente la violencia física y verbal por parte de las parejas de su madre biológica. Por esta razón, Daniel no puede evitar sentirse identificado con Sebastian, un niño lleno de rabia y confusión, atrapado en un entorno familiar malsano.

"Culpable" es una excelente y muy recomendable novela que además de hacernos pensar, nos mantiene atentos y en suspense durante toda su lectura, recordándonos la fragilidad del ser humano y lo difícil que resulta borrar las heridas causadas en el pasado, pues tras lo que somos, se esconde aquello que fuimos y que vivimos.


domingo, 13 de octubre de 2013

Un verano que nunca volverá de Judith Kinghorn



Verano de 1.914. Clarissa Granville es una joven adinerada perteneciente a la alta sociedad inglesa. Su existencia feliz e inocente se verá truncada por el inicio de la Primera Guerra Mundial y por la oposición de su madre al amor que siente por Tom Cuthbert, el hijo del ama de llaves de la mansión de Deyning, donde Clarissa vive junto a su familia.

Cuando sus hermanos, sus amigos y Tom Cuthbert parten para combatir en la Guerra, Clarissa desconoce que ese será el inicio de una nueva vida para ella y para todos aquéllos a quienes conoce.





La escritora inglesa Judith Kinghorn debutó en el mundo literario con esta novela que evoca con gran tristeza y melancolía el fatal destino de toda una generación de jóvenes cuya ingenuidad y esperanzas de futuro se verán paralizadas debido al inicio de la Gran Guerra. Para ilustrarnos sobre lo que ello supuso, la autora escoge como protagonista de su novela a Clarissa Granville, una chica criada en un ambiente protector y lleno de comodidades, cuyo destino, que ella admite de forma natural, es convertirse en la esposa de alguien de la misma clase a la que ella pertenece.

Fotograma de "Expiación" (2007)
 Sin embargo, cuando Clarissa se enamora del hijo del ama de llaves de Deyning, se encontrará con la férrea oposición de su madre, empeñada en mantener una clasista forma de vida que, con el inicio de la guerra, corre el peligro de derrumbarse para siempre. "Un verano que nunca volverá" utiliza esta historia de amor como trasfondo para contarnos el cambio de mentalidad de los hombres y mujeres de entonces, que desconocían las terribles consecuencias de un conflicto para el que nadie les había preparado.


"Un verano que nunca volverá" recuerda a otras obras como "Expiación" y sobre todo, por el tono nostálgico y triste que acompaña la novela, a "La viola de Tyneford House" de Natasha Solomons. También, al igual que ésta última, Judith Kinghorn es una estupenda escritora, con una prosa cuidada y preciosista que ahonda en los sentimientos, aunque ciertos altibajos de ritmo, comprensibles siendo una primera novela, hacen que no se trate de una obra redonda.

En definitiva, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta, "Un verano que nunca volverá" es una lectura que merece la pena y que provoca la admiración por toda una generación de hombres y mujeres que, dejando atrás el horror y el sufrimiento, lograron construir un futuro sobre las ruinas del pasado.