lunes, 25 de junio de 2012

El décimo don de Jane Johnson


Julia Lovat acaba de romper con Michael, quien como regalo de despedida le entrega un libro sobre el arte del bordado. Lo que no imagina Julia es que en sus páginas se esconde también el diario de una joven llamada Katherine Anne Tregenna, quien a principios del SXVII es secuestrada por piratas berberiscos, tras una incursión de éstos en las costas de Cornualles.
Los corsarios berberiscos tenían sus bases en el Norte de África. Uno de sus principales puertos se estableció en la ciudad marroquí de Sale, lugar en el que se desarrolla parte de la historia de Katherine y Julia.
  

Los corsarios además de asaltar barcos y tomar 
 sus mercancías capturaban como prisioneros a sus tripulantes, aunque sus cautivos también procedían de los pueblos costeros de países como España o Inglaterra, cuyos habitantes eran secuestrados y llevados en condiciones infrahumanas a las ciudades berberiscas.Una vez allí pedían cuantiosos rescates a sus familiares y en la mayoría de las ocasiones, hombres, mujeres y niños eran vendidos como esclavos. Las condiciones de vida de éstos son retratados de manera fiel por la autora, quien también trata de explicar las supuestas razones que justificaban estos crueles actos.

  
A pesar de que se trata de una lectura agradable, la novela no acaba de cuajar, sobre todo, la parte que se desarrolla en la actualidad, que promete más de lo que al final ofrece. Por último, y como curiosidad, decir que la autora cuando estaba documentándose para el libro conoció en Marruecos al que hoy es su marido, lo que sin duda la influyó a la hora de describir este país, sus gentes y costumbres.

2 comentarios:

  1. voy a probar su lectura un día de estos :) No pinta muy mal, a pesar de esa pega que le pones al final.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Es una novela entretenida y fácil de leer, y aunque no llega a ser una gran obra, su lectura merece la pena. Un saludo.

    ResponderEliminar